martes, 4 de octubre de 2016

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Un arco es un arma impulsora que se usa para disparar flechas sobre un blanco distante. Puede estar formado por una única pieza de madera o de otro material, en cuyo caso se habla de arco monolítico. Los arcos monolíticos pueden ser tan largos como la estatura del arquero, como es el caso del arco largo inglés. Un arco también puede estar formado por varias capas de diferentes materiales, en cuyo caso se habla de arco compuesto, fabricado por diferentes pueblos desde la más remota Antigüedad. Los arcos compuestos pueden estar hechos de una combinación de hueso, madera, cuerno, tendón, bambú, etcétera, en función de las épocas y de los pueblos que los han fabricado. Algunos ejemplos característicos de arcos compuestos tradicionales son los de Turquía, China, Japón y Mongolia etc. Las maderas utilizadas en la fabricación de arcos pueden provenir de diversos vegetales: tejo, cerezo, nogal, roble, sabina, bambú y más. Aparte de los arcos monolíticos y compuestos, existe desde los años 60 del siglo XX un tercer tipo de arco, el arco de poleas, que incluye poleas y mecanismos que facilitan la tensión de la cuerda a la par que aumentan la potencia del tiro.
Todo arco funciona tensando la pieza con una cuerda, que puede ser de fibras vegetales o animales en los arcos tradicionales, o sintéticas en los modernos. La potencia de tiro de un arco se puede regular dentro de ciertos límites, ajustando la tensión de la cuerda. El tiro con arco es un deporte olímpico aunque también se siguen practicando especialidades deportivas no olímpicas con armas que son réplicas de las tradicionales. Un arco puede tener un alcance mortal que depende mucho del tipo de flecha usado y del tipo del arco y más que nada de la capacidad de guardar energía potencial elástica, la cual se mide en la industria en libras necesarias de fuerza de jale a las 28 pulgadas, un arco de 20 libras de jale a las 28 pulgadas se considera para niños el cual generalmente tiene un alcance muy corto disparado a un ángulo de 45 grados y no suele ser muy letal pero si peligroso de todos modos, uno de 50 libras de jale suele ser letal hasta los 150 m que se usa mucho para cacería y tiro general, y arcos fuertes de guerra como el largo inglés de 120 libras de jale eran letales a los 400 m aproximadamente, y los recurvos asiáticos (mongoles, turcos, chinos, mugales, coreanos, húngaros, etcétera) dependiendo de la fuerza de jale que variaba si era de disparo rápido o de disparo largo podían ser letales hasta los 500-600 metros, además de que solían usar flechas más pesadas para penetrar armaduras. Una variante del arco es la ballesta, que fue muy usada por mercenarios genoveses en la Edad Media y parte de la Edad Moderna. En numerosas culturas aborígenes africanas, sudamericanas y norteamericanas, los arcos cumplen tanto la función de arma como la de arco musical desde 15 000 a. C., desconociéndose realmente cuál fue la función original de este instrumento.